20.9.04

Sadismo mediático

Cada temporada, las televisiones nacionales están más plagadas de lo que se ha venido a llamar telerrealidad, probablemente en un patético intento de hacer sonar medianamente digno al fenómeno Gran Hermano (y sus primos y parientes, que habitan islas, granjas u hoteles "con glamour").

Ahora sería fácil entrar en manidas discusiones sobre la estupidización de la sociedad, el vouyerismo velado y la no tan sana curiosidad que parecen impulsar el avance de este tipo de programas. Sin embargo, yo veo un motivo más, al menos tan preocupante como los ya, por repetidos, tópicos.

Y es que, aunque no soy aficionado a estos programas, todas las temporadas acabo viendo al menos unas cuantas imágenes, que suelen ser las más destacables (o destacadas); y en todas ellas, encuentro, de forma más o menos sutil, un componente común: sufrimiento. Rupturas de parejas, discusiones, hambre, cansancio físico, problemas de convivencia...son el tipo de estampas que más éxito tienen en televisión (quién no ha visto aquello de "¡Aidaaaa que me da miedoooo!).

Probablemente sea un poco paranoico, o quizá es que no tengo otra cosa en qué pensar, pero creo que este factor común no es una mera coincidencia. En lo profundo, a casi todo el mundo le produce cierto placer sádico el sufrimiento de los demás, y cuando uno está ante el televisor sin nadie que le juzgue, suele abandonar el territorio de lo políticamente correcto y dejarse llevar por sus más oscuros instintos.

En definitiva, y por triste que nos pueda parecer, el hecho de que los concursantes de este tipo de programas sufra tanto, y que este sufrimiento sea real (y no postizo, como el de las telenovelas que tanta cuota de pantalla ocuparon en su día) parece ser otro de los motivos por los que han entrado en la sociedad con tanta fuerza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La sociedad es cada vez más sadomaso, sí :D

Bienvenidos al Desierto de lo Real :P

Algernon

Anónimo dijo...

Un año sin Gran Hermano no es año, ni ná.
natxo